lunes, 13 de abril de 2015

V El Támesis que empapa el diccionario


El Támesis
que empapa el diccionario
(http://www.abc.es)

¿Ayer se le hizo tarde viendo el fútbol en el bar? ¿Sabe usted que tanto fútbol como bar son dos de los anglicismos* más utilizados en castellano? Nuestro idioma español está vivo, y muchas palabras que utilizamos en nuestras conversaciones pasaron antes por el Canal de la Mancha y llegaron a nosotros desde el Reino Unido. Estas palabras son más de las que pensamos, y en muchos casos llevan con nosotros varios siglos de convivencia. 

DEL SIGLO XVIII AL SIGLO DEL INTERNET
En contra de lo que pudiera parecer, la Real Academia lleva resolviendo dudas sobre las nuevas palabras a incorporar a nuestro diccionario, antes de la aparición del móvil e internet. Entre 1726 y 1739, la RAE publicó el conocido como el Diccionario de Autoridades, un antepasado del glosario actual donde ya aparecían términos procedentes del inglés. Este primer repertorio se elaboró con ejemplos extraídos de las principales obras -literarias o no- escritas hasta el momento. De ahí lo de «autoridades». Gracias a este diccionario quedó constancia de las primeras palabras inglesas añadidas al castellano. 
¿Todos los anglicismos
son necesarios?
(http://www.poemas-del-alma.com)

Ya en la modernidad, algunos de los nuevos neologismos llegaron muchas veces a través del deporte. Del balompié importamos sin darnos cuenta el córner y el órsay, que no es más que una pedante adaptación del «off-side» inglés. Por este mismo camino engordaron las páginas del diccionario palabras como por ejemplo béisbol («base ball»). 
También otras ramas del conocimiento incorporaron nuevos términos al castellano. Gracias a la medicina aparecen en el DRAE palabras que muchos creían nativas del español. Un ejemplo es baipás («bypass»). Por su parte, la ciencia nos ha traído una de las palabras más repetidas cada vez que llega el invierno: ciclogénesis, del inglés «cyclogenesis». 

¿CICLOGÉNESIS LINGÜÍSTICA? 
Hay quien opina que el castellano estará siempre un escalón por debajo del inglés en relevancia internacional. Que el de Shakespeare siempre será el idioma del dinero. Pero la pujanza del español supone mayor exposición para ambos, algo que se nota ya, y mucho, en Estados Unidos. 
La economía ha dado a nuestro idioma muchas palabras procedentes de las islas británicas. Por este canal hemos incluido en el diccionario términos como bonus («bonus»), bróker («broker») y proactivo (del inglés, «proactive»). Las finanzas son una fuente inagotable de anglicismos. 

La directora técnica del Diccionario de la Real Academia Española DRAE, Elena Zamora, explica que el diccionario «está en continuo proceso de revisión». En el departamento del Instituto de Lexicografía de la RAE están muy atentos a la aparición de neologismos, «sea cual sea el idioma de procedencia», aseguran. Estas palabras nuevas solo ingresan en el diccionario cuando se demuestra que su uso está asentado y que no son moda pasajera. «Los académicos estudian la documentación y deciden la inclusión del anglicismo basándose en criterios de uso y de vigencia», añade. 
Aquello que hacemos
y que la RAE no recoge
(http://www.abc.es)
También hay otros casos en los que la RAE «se adelanta y propone una adaptación del extranjerismo con la intención de que sea un sustituto eficaz», dice Zamora. Esto es lo que ocurrió con la palabra tableta, que se impuso al término «tablet». Además una gran avalancha de neologismos han llegado al español a través de las nuevas tecnologías. En los últimos años se han añadido al diccionario español palabras como ADSL, spam, tuit, USB, wifi o blog, del que ha nacido el término puramente español bloguero. Algunas de estas palabras provienen del mundo de la televisión («show»), de la informática («gigabyte») o la aeronáutica («finger»), que no es otra cosa que la pasarela que une a los aviones con la terminal del aeropuerto. 
Fuera del paraguas del diccionario, ya están llamando a la puerta expresiones procedentes de la moda y las finanzas. En las tiendas de ropa encontramos el término «blazer», que es una forma sofisticada de referirnos a la chaqueta de toda la vida. Las nuevas formas de negocio y las relaciones laborales también están metiendo en nuestro lenguaje diario palabras como «crowdfunding», «briefing», «target» o «coaching». Aunque hoy nos parezca un imposible, podrían seguir el mismo camino que marketing, que de puntillas y sin hacer ruido ya consiguió su propia entrada en el diccionario.

* Un anglicismo es una palabra que proviene del inglés y que se utiliza cotidianamente en el lenguaje hispanohablante. Actualmente los anglicismos son los extranjerismos más populares y con mayor influencia en el español. Esto se debe fundamentalmente a la gran importancia que ha adquirido la cultura anglosajona en las últimas décadas.

(Tomado de http://www.abc.es/cultura y modificado por José I. Iglesia Puig sm el día 6 de Abril de 2015)


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